Según este analista, el Covid-19 ha profundizado los problemas del mercado del vino que, tras varios años de crecimiento, empezaba ya a experimentar dificultades. A nivel global, las ventas de vino tranquilo se prevé que hayan descendido un 12,9% en los pasados meses de marzo/abril y las de vino espumoso un 15,1%.
No obstante, Mettyear defendió que los países con un elevado índice de consumo de vino a nivel doméstico o con un canal de comercio electrónico (online) bien desarrollado están aguantando mejor que otros, incluso con un aumento de sus niveles de consumo. Aun así, el vino espumoso ha sufrido en casi todo el mundo.