Durante 2020, unas 625.639 hectáreas de cultivo de viñedo utilizaron la técnica del laboreo mínimo 630.342 ha como principal para el mantenimiento del suelo en este cultivo, un 0,75% y 4.703 ha menos que en 2019, representando el 27,46% del uso total de la misma en el conjunto de los cultivos leñosos, y siendo también el 64,9% del total de la superficie de viñedo (964.037 ha) analizada.
En estos casos, el laboreo mínimo es la técnica de laboreo superficial, mediante la utilización de cultivadores, gradas y arado de cincel, de una profundidad inferior a 20 centímetros. Se trata de una actividad de laboreo que conserva mejor la estructura del suelo y que, por tanto, tiene una menor incidencia en su erosión, favoreciendo su conversación medio ambiental.