Estallan los industriales por la ‘postura vergonzosa’ de los ganaderos en la Lonja

Los industriales de ibérico estallaron ayer durante la celebración de la Lonja Agropecuaria virtual de Salamanca y acusaron a los ganaderos de mantener una “postura vergonzosa” e “indignante” por no querer bajar los precios como, a su entender, la situación lo requiere. Según exponen los industriales, la situación ahora mismo del sector del ibérico es insostenible por un cierre de hostelería que deja sin salida comercial a la inmensa mayoría de las empresas de Guijuelo y obliga a acumular carne en salas refrigeradas que ya empiezan a estar saturadas. La crisis del coronavirus ha llegado después de una montanera extraordinaria, con 732.962 animales sacrificados y 719.777 canales aptas. Y con un aumento de producción de ibérico que hace que Guijuelo esté a tope estas semanas, con la mayoría de mataderos con previsión de abrir también esta semana en festivo, después de que los sacrificios de la anterior ascendieran a 75.000 ejemplares.

Por este “colapso” los industriales pidieron fuertes descensos del cerdo ibérico para igualar también la Lonja a la de Extremadura -de 0,30 euros el kilo para el cebado-, mientras que los ganaderos no bajaron del 0,03 -del 0,05 para el cerdo de campo-.

Ante esta postura -aunque luego el presidente Julián Barrera bajara 0,10 y 0,08- los industriales acusaron a los ganaderos de favorecer la ruptura de contratos “porque los señores que vamos a las lonjas no hacemos bien nuestro trabajo. La Lonja -apuntaron los industriales en el debate- se creó para ser un referente, no para querer ser el juguete de algunos”.

Los ganaderos argumentaron que ahora mismo hay ganaderos en el mercado libre y venden como pueden -muy por debajo del precio de Lonja-; ganaderos con contrato y que de manera unilateral se ha roto y venden también como pueden; y ganaderos con un contrato y compromiso que mantienen con los industriales. Los ganaderos se niegan a penalizar a estos últimos, “que son muchos”, de ahí que no accedan a bajar tanto el precio como piden los compradores.

Además los ganaderos argumentan que si ahora se matan tantos cochinos es porque hay “fluidez”, lo que no existía en anteriores crisis. Y creen que esos descensos tan pronunciados llevarían a todos los ganaderos a creer que la situación es “caótica” y a regalar los cerdos que, en su opinión, es lo que buscan los industriales.

Otra de las lonjas polémicas de ayer fue la de vacuno de vida, igual que ocurre desde que comenzó el confinamiento. De nuevo ayer hubo acuerdo casi total en el lado de los tratantes, que solicitaron descensos para los terneros de 0,23 euros el kilo, cifra a años luz de los 0,03-0,06 que pidieron los ganaderos. Al igual que ocurre en el porcino, en el caso del vacuno de vida los tratantes acusan a los ganaderos de sostener precios que ya se han caído y de no reflejar en la Lonja la realidad del mercado. Por su parte, los ganaderos consideran que son los tratantes los que intentan aprovecharse de una situación y se apoyan en que el barco sigue transportando añojos a países árabes, lo que vacía cebaderos y obliga a llenarlos. Igual que en el caso del ibérico el presidente de la mesa, Julián Barrera, tuvo que fijar precio.