La venta de la patata se hunde en Salamanca

En los hogares se consume la procedente de Francia

16-04-2020  

El consumo de patata en hogares se ha incrementado en un 31,2% con respecto a la misma semana anterior y en un 31,6% en el caso de la transformada, según los datos facilitados ayer por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Lo que podía ser una gran noticia para el sector productor no lo es porque la patata destinada al consumo de hogares es ahora mismo la procedente de Francia mientras que la producción española, que ahora no permite obtener la de lavado que llena los lineales, no tiene salida por el cierre de la hostelería.

Así, cooperativas como Aranpino, la más importante del sector en Salamanca, se encuentra con que a estas alturas del año aún tiene unas 400 toneladas pendientes de venta en sus almacenes, cuando antes del coronavirus era un año muy bueno en comercialización y nada hacía pensar que esto ocurriría. Al cierre de la hostelería, que es el principal comprador de la denominada patata “sucia”, se une la limitación de movimientos, que también ha acabado con compras directas de los productores que tenían la costumbre de almacenar y esperar a esta época del año para vender.

La situación es generalizada en toda Castilla y León, de ahí que el sector mire con cierta envidia a Galicia, donde la Xunta ha firmado un acuerdo con grandes superficies y supermercados para impulsar la comercialización de productos gallegos con dificultades, como la patata que iba a la hostelería, para que encuentre un hueco en el lineal y llegue al consumidor.

La medida se pondrá en marcha a través de una orden que publicará la Consellería e irá acompañada de una campaña de concienciación para que el consumidor compre productos de la tierra con la idea de que el mejor agradecimiento al trabajo del productor es adquirir su producto... aunque no sea patata lavada.

Existe el temor de que el bloqueo actual de patatas lastre las ventas de la campaña próxima si no se les da ya salida.

Fonte: La Gaceta de Salamanca